viernes, 6 de marzo de 2015

   EN MI MODESTA OPINIÓN

                  







                   Con memoria y sin nostalgia



Aquellos eran tiempos de pelotas pinchadas, de zapatos Gorila que no podíamos comprar, de Radio Pirenaica Independiente, de crema Pons y penicilina de contrabando, de sotanas con escopeta al hombro, de queso americano, de leche en polvo, de carne que no comías, de besos que te birlaban de la pantalla… en fin, tiempos que solo los viles añoran, de maestros de bofetada para liberar frustraciones propias, de radios con Juanitos Valderrama, de pan y chocolate para ricos, de guerreros de antifaz, de Pedrines y Robertos, de falanges que no eran del dedo, de ferias con bastones de azúcar, de navidades con torta de aceite, de abrigos del revés, de sabañones, de misas de diario, de bacalao en cuaresma, de no, gracias, aunque los ojos se te fueran detrás de la perragorda … eran nuestros tiempos o, tal vez, solamente éramos sus inquilinos pero, en cualquier caso, sus víctimas.
No obstante, salimos adelante, unos escapamos de nuestra patria chica, otros se alejaron de la patria grande, los más resistieron in situ… pero salimos adelante. Con doce horas de trabajo, con sueldos de miseria, colándonos en el autobús unos, arreando la mula otros, soportando desprecios xenófobos, aguantando que el señorito nos pagase el jornal si se acordaba que aguardábamos en la calle… Así salimos adelante. Y le compramos un traje a nuestros padres para nuestra boda, y pagamos el banquete a nuestros hijos, y compramos a nuestros nietos la bici que nunca tuvimos, y votamos una pizca de libertad engañosa, y nos colaron una corona podrida, y se pudrieron los hijos de los viles, los mismos y los únicos que añoran el pasado gris de sotana y tricornio.
Apenas tocábamos el cielo con los dedos, y la estupidez se juntó con la vileza. La ilusión de una patria de personas fue truncada por patriotas de cartera. Los mismos que añoraron otros tiempos cambiaron aguilucho por corona.
Sesenta años de odisea inacabada. Nuestros hijos con carrera huyen, los que no estudiaron sufren, perdieron las casas de sus padres, perdieron la esperanza de futuro… demasiado sufrimiento para abonar la rebeldía pero, aunque yo no pueda verlo, espero que otros se liberen algún día.

                                    ¡¡Yo votaré a Podemos!!

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