Me aterroriza pensar que este movimiento alrededor de Podemos,
IU y otros grupos de verdadera
izquierda, después de un repunte al alza, pero que aun no supone la toma del
poder, se desinfle como un globo, entre las manos.
La sociedad se debe concienciar de que la política es demasiado
importante como para dejar que otros se ocupen. No se puede delegar el futuro
de nuestros hijos. Hay que implicarse en la medida que cada uno pueda.
Nunca faltó, incluso dentro de la propia familia, quien recomendaba
no inmiscuirse en política <porque la política es muy sucia>. Decían.
Y mirad, la política es como el cuarto de baño de nuestra casa. Si
queremos disfrutar de higiene, no nos queda mas remedio que ponernos los
guantes de goma y meterle mano al retrete. Puede que al principio te tengas de
tapar la nariz pero, poco a poco, olerá mejor.
Unos por obedientes y otros por confiados, el resultado ha sido el
que estamos sufriendo. Se ha gangrenado el tejido político y ha arrastrado con
él a parte del sindicalismo y buena parte del periodismo.
Comprobad, si no, este último punto: Por interés político, que no
por que me guste, de vez en cuando pongo los debates (si pueden llamarse así)
de la 13 Tv. Es desolador comprobar el sectarismo y la militancia
de la mayoría de los contertulios, algunos de ellos profesores de universidad.
La supuesta objetividad que debería observar todo periodista,
brilla por su ausencia mientras en la comisura les aparece una espumilla
sospechosa cuando, cada día, apalean verbalmente a Pablo iglesias.
Es difícil imaginar tergiversaciones más burdas que las que
practican, pero lo que más me entristece es que disfrutan de un público (no sé
cuanto) que les compra el producto.
Allí fue a parar Alfonso Rojo (que cada día debe maldecir su
apellido) a lamerse las heridas de su percance en La Sexta Noche cuando, a
falta de argumentos, no se le ocurrió otra cosa que llamar gorda a Ada Colau.
Esa terrible activista que dedica su tiempo a proteger a perroflautas que se quedan sin vivienda.
A esta espuma social, que babeó simpatías por un dictador que oprimió
durante tantos años a los españoles, ahora les parece que salir a la calle a
protestar es el sumun de la violencia.
Se han empeñado en que hay que despojarse de todo vestigio de
rebeldía y renunciar a cualquier gesto de violencia por leve que esta sea.
Lo que nadie debe hacer es utilizar la violencia para agredir
pero, ¿qué tendríamos que hacer cuando nos agreden? ¿O no es agresión que con
los impuestos que tu pagas pertrechen a un ejército de Rambos para que nos
echen de nuestra casa, aunque tengas niños pequeños?
Predican el pacifismo y practican la agresión.
Desapareció el Primo de Zumosol (léase Unión Soviética) y ya nos
tienen donde querían; se proponen desmantelar todo cuanto se construyó con
pelea sindical y política.
Así que, vale más que nos pongamos a la tarea y nos saquemos de
encima a esa casta.
EFC
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