Granada siempre inspira
Llanto por la Alhambra
Pa que no sufriera daños
Ahogando
penas y lloros
Dejó
que se la quedasen
Y
se marcharon los moros
Ya
no canta suave el agua
Ni
riega el Generalife
Ya
no huele sus claveles
Cabalga
el rey moro triste
Al frente, y cabeza altiva
El corazón destrozado
Y crispada la sonrisa
Que
de niño había gozado
Desde
aquella torre roja
Ya
no podrá ver la vega
Ni
oír murmullo del Darro
Que
andaba camino a verla
De
aquel patio de leones
Con
surtidores de agua
Quiso
llenar cien mil odres
Pa
llevarlos de Granada
Y
allá, en la última loma
Grita, Aïsha, y le
reprende
¡Por
no ser hombre! le dice
Ni
su madre le comprende
Su
caballo jerezano
Que
ya admiró Genofonte
Relincha, y orejas gachas
Se
pierde en el horizonte
Grita,
por dentro, el “Rey chico”
¡Adiós,
Granada, la mora!
Te
dejo Córdoba cerca
Pa
que no te sientas sola
E
F C
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